Cosas Que Pasan 2.0

Muchas veces, los equipos con los que nos toca bregar a los técnicos son auténticos nidos de porquería (como ya he contado en algún que otro post).

Por lo general, la porquería está por todos lados, en todas las ranuras, en todos los rincones posibles.

No es el caso de un portátil que entró hace unos meses, que a pesar de ser un equipo con bastantes kilómetros, se notaba que lo habían tratado con cuidado. Entraba a taller porque se paraba en seco al poco rato de estar funcionando, lo cual olía a refrigeración a la legua.

Dicho y hecho. Desmonto las tapas, saco el refrigerador de su alojamiento, lo abro y me encuentro con esto.

Es cuando menos curioso, que el polvo se haya acumulado de forma y manera que formara una bolita que quedara atrapada entre el chasis del refrigerador y las aspas del ventilador.

Quitar el estorbo, volver a montar y el equipo mas contento de unas castañuelas.

Una insignificancia, que en un momento determinado puede hacer que un portátil pase a mejor vida si el propietario es de los de "si se para de golpe lo vuelvo a encender y en paz".