Cosas Que Pasan 2.0

Al hilo de lo que escribe el amigo Héctor en este post, acerca de Susan Boyle y su aparición en el "Operación Triunfo" británico, quisiera apuntar un par de cosas.

Y es que estamos en lo de siempre, Hache, y no solo en la tele.

Estoy cansado de ver revistas donde las mujeres son sustituidas por replicantes Photoshop al más puro estilo Blade Runner. Mujeres que si las ves sin maquillar y photoshopear, no guardan parecido alguno con la versión retocada. Nos hemos acostumbrado a ver maniquíes y no mujeres.

Esta perversa utilización de la mujer como soporte de las febriles fantasías de los editores de revistas curiosamente para mujeres, es lo que alimenta la bestia de la irrealidad.

Según parece, el planeta Tierra está habitado por mujeres que con cincuenta años no tienen arruga ninguna, ni un mísero michelín, ni una triste pata de gallo. Es como si para ser mujer, haya que gastar una talla 90 de sujetador, ser poseedora de una piel sin imperfecciones y no haberse soltado un pedo en su vida.

En la tele veo con estupor anuncios de cremas y potingues varios, protagonizados por mujeres con caras sin expresión alguna. Caras que llevan tanta masilla, que en lugar de liquido desmaquillador tienen que usar disolvente industrial y lija del 18.

Unos rostros pálidos hasta el extremo que no reflejan ninguna emoción. Anuncios de cremas anticelulíticas con niñas veinteañeras que la única vez que vieron la celulitis fue en un documental de La 2.

Con toda esta flojera mental, tan solo quería llegar hasta el objeto del post.

Creo que todos hemos podido ver el vídeo de Susan Boyle en "Britains Got Talent".

Susan Boyle, una desempleada de 47 años físicamente poco agraciada para los cánones actuales de belleza, resulta que canta... y ¡como canta!

Nada más salir al escenario, el cachondeo se apodera de la concurrencia. Uno de los "gilis" del jurado, se ríe en la cara de la mujer cuando oye que tiene 47 años. El público recurre al descojone general cuando confiesa que su sueño es convertirse en cantante profesional.

Pero claro, las risitas y la gilipollez duraron lo que tardó en arrancar la música y ponerse a cantar.

Y empieza a cantar. Y empiezan a cambiar las caras del jurado. Y le siguen las caras del público. Y sigue cantando. Y la gente en pie rompiéndose las manos aplaudiendo. Y el jurado con cara de "lahemoscagadoperobien"

Juzgad vosotros mismos.




Para mí, la mayor sorpresa desde Paul Potts.


Lo lamentable es que siempre habrá gente que prefiera esto




o los realmente suicidas, esto.